· En tanto nuevas
tecnologías del transporte público disminuyen las partículas contaminantes en
beneficio de los usuarios, según los estudios elaborados por científicos del
ICAyCC, liderados por Arón Jazcilevich Diamant
La presencia de topes
aumenta la exposición a contaminantes y el consumo de combustible hasta 60 por
ciento para los vehículos pesados; de 44 a 48 por ciento para los livianos; y
de 54 a 71 por ciento para los camiones de pasajeros, de acuerdo con un estudio
realizado durante tres años por investigadores del Instituto de Ciencias de la
Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC).
En tanto que el
empleo de camiones de última generación Euro VI en la línea 7 del Metrobús
permite que la exposición a partículas contaminantes de los pasajeros dentro
del vehículo sea, incluso, menor que en otras líneas de ese transporte.
Al respecto, Arón Jazcilevich Diamant detalló que en el trabajo -hecho en
conjunto con Iván Hernández Paniagua, ambos del ICAyCC- se evaluaron los
impactos de las progresivas actualizaciones tecnológicas vehiculares en las
líneas 1, 2 y 7 del Metrobús; así como 1 y 2 del Sistema de Transporte
Colectivo Metro, en diferentes horas del día.
Para ello, se
recolectaron muestras de PM2.5 y se midieron las concentraciones en tiempo
real, desde octubre de 2017 hasta marzo de 2020, dentro de las cabinas de
autobuses BRT equipados con estándares de emisiones de diésel Euro IV, V y VI
en el Área Metropolitana de la Ciudad de México.
Especialmente las
concentraciones de material particulado PM2.5 y diversos hidrocarburos
poliaromáticos (HAP) a los que suelen estar expuestos los usuarios, añadió.
Los resultados,
publicados recientemente en la revista Environmental Pollution,
indican que las concentraciones máximas de PM2.5 en la cabina disminuyeron
significativamente (p < 0,05) en 35 por ciento de los autobuses Euro IV a
Euro V, y en 80 por ciento en los Euro VI con motor diésel.
Este último es
bastante limpio: en cabina (dentro del autobús) la exposición está casi a la
par con las concentraciones de la estación del Metro más cercana; se evidenció
que entre más antigua es la tecnología, mayor es el riesgo, comentó el
investigador.
Durante la charla
“Algunos trabajos de la UNAM acerca de la exposición personal a la
contaminación atmosférica en microambientes”, Jazcilevich Diamant recordó que
es necesario tener una estimación precisa de inhalación de contaminantes
atmosféricos, a fin de evaluar de manera realista los riesgos y diseñar e
implementar de estrategias para controlarlos.
Es decir, se debe
conocer lo que verdaderamente respira un ciudadano para ponderar cuáles son las
políticas a seguir, para aminorar la situación, abundó el experto del grupo
Fisicoquímica Atmosférica.
Este es uno de los
trabajos realizados por Jazcilevich Diamant y su equipo, como el creado por el
entonces doctorante Juan de la Cruz Zavala, quien en 2015 midió la exposición a
vientos y emisiones contaminantes en la estación del Metrobús Ciudad
Universitaria.
Los resultados
mostraron que los peatones que caminan lento tuvieron un tiempo de exposición
17 por ciento más a la polusión, respecto a quienes lo hacen más rápido.
Adicionalmente, los corredores y ciclistas la redujeron hasta en 57 por ciento
y 73 por ciento, respectivamente, en comparación con los caminantes.
“En una simulación
de una calle parecida a Delfin Madrigal se revisaron las emisiones ante la
presencia y ausencia de un tope, donde se observó cómo se distribuye la
contaminación, especialmente óxidos de nitrógeno y PM2.5”, explicó.
Jazcilevich Diamant
desarrolla otra iniciativa que cuenta con el apoyo de la Universidad Nacional y
la empresa internacional AQEarth, la cual proporcionará equipos de medición de
contaminantes que se colocarán posiblemente en la estación del Metrobús Ciudad
Universitaria, con el objetivo de analizar las concentraciones de PM2.5,
monóxido de carbono, entre otros.
Se cuenta con la
colaboración de la Facultad de Arquitectura, la cual construirá un dispositivo
que llevará consigo cuatro detectores adicionales que serán desplazados por la
estación y determinarán cuáles son los sitios más contaminados y el impacto de
la llegada de los camiones.
FUENTE: UNAM