Por Edgar Hernández*
No cabe duda, que la
zacatecana se fue cabezona de Dos Bocas, SENER y CFE.
En tres semanas han quedado a
la vista inversiones inmobiliarias superiores a los 90 millones de pesos que no
cuadran con el salario obtenido como burócrata en toda su vida.
Apenas anteayer se puso al
descubierto su depa de lujo de Monterrey con un valor superior a los 28
millones de pesos.
A las mansiones de Dos Bocas,
Coatza, Tabasco y el de Nuevo León habrá que esperar nuevos “descubrimientos”
que ya le tiene preparados su verdugo Arturo Castagné Couturier.
La mansión de Cancún por
revelarse ha de estar de película.
Se tiene asimismo lista la
escritura de la mansión de El Pedregal, en la ciudad de México, que según su
declaración patrimonial data de ocho años y le renta a su sobrina, esa que vive
en un cuarterón en Veracruz para guardar las apariencias de una espectacular
fortuna amasada por esta chamaca que por lo visto supera los cien millones que
heredó de alguna tía rica, creo que de la “Tía Chío”.
Trascendió además la suite que
tiene escondida en Miami, donde su vecino es Beltrones. Es una modestia de un
millón de dólares en Brickler para que sus hijos vayan al posgrado y tengan
donde dormir.
Sin embargo, lo que
seguramente habrá de crispar y definir la elección de Veracruz será cuando se
ponga al descubierto su fortuna en dinero.
¿Será que la familia tiene
decenas de empresas y sociedades por un monto superior a los tres mil 600
millones?
Será asimismo que la DEA de
Estados Unidos ya tiene documentado el ultimo traslado de dinero al paraíso
fiscal de las Islas Caymán por un monto superior a los 600 mil dólares
presuntamente de parte de José Luis Peña, ese angelito que ha librado, hasta
ahora, cinco procesos de investigación por extorsión.
Es un tema es tan delicado que
el FBI está listo para proceder.
En fin, que sigue saliendo pus
del entorno de “Lady Corrupción” quien ya no sabe cómo justificar tanta
rapacería.
Hemos sostenido en este
espacio que a la zacatecana ¡Nada le sale! Hoy, sin embargo, tendré que
tragarme mis palabras, claro que todo le sale, sobre todo dinero hasta por las
orejas para comprar lo que le viene en gana porque al fin al cabo ella asegura
que es producto de su trabajo.
Un trabajo muy redituable que
le dio el Peje al prestarse como correo del dinero para la campaña que llevó al
triunfo a AMLO en 2018.
Hoy la zacatecana transita al
derrumbe.
Todo indica que su vida
político electoral en Veracruz no quedará más que en una mala anécdota, un
pasaje amargo de su vida en donde pensó que nadie se daría cuenta del saqueo al
erario.
Ello por más que grite que es
“Violencia Política de Género” y que ya como gobernadora dispondría, aparte de
su nieve de limón, de 150 mil millones de pesos anuales que es el presupuesto
de 8 millones de veracruzanos.
No será en esta vida.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo