José Luis Uribe Espinoza
Agencia Reforma
Ciudad de México 25 febrero 2025.- Cinco jóvenes fallecieron durante un incendio registrado en un centro de rehabilitación para personas con adicciones, en la Colonia Ocotla Chico, Alcaldía Tlalpan.
Además, seis hombres resultaron intoxicados, entre ellos dos adolescentes de 17 años.
Funcionarios de Protección Civil informaron que todas las víctimas eran pacientes de la asociación civil Hombres y Mujeres Preparados y que se intoxicaron al inhalar monóxido de carbono.
Las primeras hipótesis indican que la mañana de ayer ellos mismos provocaron el fuego para escapar, tras un conflicto con el personal.
Sin embargo, quedaron atrapados al interior del inmueble, ubicado en una calle de terracería conocida como Vista Hermosa. Seis personas involucradas en la operación del lugar, entre ellos el encargado, fueron detenidas.
Las autoridades indagan si el centro de rehabilitación funcionaba de forma ilegal, pues no aparece en los registros del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones en la Ciudad de México.
Vecinos aseguraron que el anexo comenzó a operar hace unos seis meses.
«Tenemos cinco decesos; son cinco masculinos, entre los 25 y los 29 años; hay seis intoxicados también, entre los 17 años y los 40 años.
«Dos de los intoxicados los tenemos catalogados en rojo y amarillo, que van justamente para una atención crítica», indicó Myriam Urzúa, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.
‘Sólo quiero saber si está bien’
A Jesús sólo le advirtieron que algo grave había ocurrido en Hombres y Mujeres Preparados A.C., el centro de rehabilitación para personas con adicciones, donde su sobrino Jovany recibía tratamiento.
«Me habló el padrino (encargado), pero nomás me dijo que los chavos se habían rebelado y que quisieron amotinarse», explicó.
Recibió la llamada ayer hacia las 10:30 horas y, apenas colgó, fue junto con su esposa a buscar a Jovany.
Cuando llegaron a la Colonia Ocotla Chico, en la Alcaldía Tlalpan, los policías ya habían cercado el inmueble, ubicado sobre una terracería estrecha conocida como Calle Vista Hermosa.
Su sobrino y 10 internos más estaban a unos 30 metros de ahí, pero los uniformados no permitieron que Jesús se acercara.
«Écheme la mano, jefe. Sólo quiero saber si está bien», suplicó el hombre tras ser ignorado.
Los pacientes estaban afuera del centro de rehabilitación y eran valorados por paramédicos, pues inhalaron monóxido de carbono durante un incendio.
A cinco de ellos ya los habían cubierto con sábanas, pues sufrieron una intoxicación severa y fallecieron.
De los seis sobrevivientes, cuatro fueron trasladados al Hospital General de Topilejo y a dos los atendieron ahí mismo.
Una de las hipótesis indica que los pacientes provocaron el fuego para escapar, tras un conflicto con el personal del lugar. Sin embargo, quedaron atrapados.
Mientras Jesús aguardaba algún informe sobre Jovany, recordó cómo fue que el joven, de 21 años, llegó ahí.
Ambos vivían en San Miguel Ajusco y trabajaban juntos, pero hace unos meses descubrió que el joven consumía crystal y le ofreció ayuda, pues se vio reflejado.
«Yo también tuve problemas de adicción cuando estaba chavo, entonces entiendo lo que está pasando y no lo quise dejar solo.
«Estuvo de acuerdo en que lo trajera y parece que iba bien. Apenas el domingo cumplía un mes y ya podíamos venir a visitarlo», explicó.
Conforme pasó el tiempo, Jesús sospechó que alguno de los cuerpos tendidos era el de su sobrino, pues los agentes le recalcaron que mejor acudiera a la Fiscalía.
Él permaneció ahí. Incluso persiguió varias ambulancias que salieron e interrogó a los operadores, pero ninguno llevaba a Jovany.
A mitad de un ataque de llanto, observó que varios policías escoltaban a un muchacho y que avanzaban hacia el acordonamiento.
Aunque el joven traía cubrebocas y la capucha de su sudadera le cubría la cabeza, lo reconoció y celebró que su familiar estuviera a salvo.