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Agencias                                         

Agencia Reforma

Monterrey, NL 23 marzo 2025.- Adolescencia, la reciente serie de Netflix que está dando de qué hablar, aborda temas profundos y muy actuales que pueden ofrecer valiosas reflexiones para los adultos, sobre todo padres y cuidadores.

 A continuación, presento algunas de estas enseñanzas y señales que nos brinda esta producción:

1

 La importancia de estar presentes no sólo físicamente, sino también emocional y mentalmente involucrados en la vida de quienes nos importan, en este caso, nuestros hijos. Estar significa mostrar un interés genuino por el otro.

2

 El valor de la prevención y la salud mental. Es necesario estar atentos a los detalles, las señales de alarma y los indicadores que pudieran mostrar que nuestro hijo necesita atención para su bienestar emocional.

 La intervención temprana y oportuna es clave durante el desarrollo de un adolescente: según la OMS, la mitad de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años y, alrededor del 75 por ciento, se manifiestan antes de los 24 años.

3

 Entender los riesgos a los que están expuestos niños y adolescentes, sobre todo en internet y redes sociales.

 Uno de los más evidentes es cómo cambia su percepción del mundo. El contenido idealizado genera inseguridad, están expuestos a comentarios negativos, contenido poco fiable, desinformación y violencia en todos los sentidos. El uso excesivo de dispositivos afecta el bienestar emocional y genera una dependencia digital que trae consigo muchos riesgos. Según datos del INEGI, los adolescentes mexicanos pasan cerca de 5.5 horas diarias en internet, destinando gran parte de ese tiempo a redes sociales.

 Como adultos es indispensable entender que la influencia de las redes sociales es muy grande.

4

 Las plataformas digitales transforman su forma de interactuar con el mundo. Esto genera desconexión con la realidad, dificultad para relacionarse en otros espacios físicos o sociales.

5

 Es indispensable fomentar en nuestros hijos el pensamiento crítico y el diálogo abierto, así como enseñarlos a cuestionar la información que reciben, tanto de manera presencial como virtual. Estar con ellos es también cuestionarlos, enseñarlos a argumentar, a tomar decisiones y acompañar su proceso, comprender su mundo digital.

6

 Nos ayuda a reflexionar sobre la responsabilidad compartida en la formación de valores universales. Todos somos pieza clave en el desarrollo del niño y adolescente: papás, maestros, tíos, adultos.

 Nuestro papel es educar para prevenir y formar.

7

 Es indispensable escuchar activamente, sin distracciones, prestar atención a lo que el adolescente dice y no dice, conocer con qué lenguaje se comunican nuestros hijos y qué necesitan de nosotros como adultos.

8

 Es tiempo de validar sus emociones, acompañar sus experiencias y sus procesos, mostrar interés genuino y compartir momentos de calidad, sin estar pendientes del celular.

 Como padres es importante reconocer que nuestros hijos crecen en un mundo donde las pantallas nunca se apagan, pero su necesidad de guía, amor y presencia sigue siendo la misma.

 La mejor red de protección no es la virtual, sino la que ofrecemos con nuestra presencia diaria.

 La autora es psicóloga e integrante de Educando en Red

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