Benito Jiménez
Agencia Reforma
Fotos de archivo El Regional Coatepec
Ciudad de México 2 mayo 2025.- Fidel Herrera Beltrán, ex Gobernador priista de Veracruz, casi siempre fue visto con una corbata roja, como priista de cepa. Era Irreverente, suelto, fanático del box y la pelota caliente.
Fue jugador de béisbol, cubriendo las paradas cortas y cuarto bate, de fútbol como líbero y de golf en sus horas libres. También hizo rounds de sombra, con los que más se divertía.
Alguna vez contó a REFORMA que, cuando dejaba de ser político, era alguien que leía, padre de familia y reveló ser adicto a las películas de todo tipo, pero «más de acción».
Pero en la política fue desconfiado.
«Cuando uno se mueve en una arena política, donde los golpes pueden venir de cualquier lado, uno debe ser hombre humilde y leal hasta las cachas», dijo en una entrevista con este medio.
Como sea, buscaba ser entusiasta. Siempre gritaba para saludar a sus conocidos, sobre todo si eran sus paisanos. Era experto para poner apodos. Nadie se salvó.
Como pocos Gobernadores veracruzanos, Herrera Beltrán logró tener la simpatía de campesinos, productores, empresarios, maestros, petroleros y ferrocarrileros. Se le arremolinaban para «aterrizar proyectos».
Herrera nació en Nopaltepec, Veracruz, en marzo de 1949; fue Gobernador entre 2004 y 2010, y al dejar el cargo, fue Embajador de México en Barcelona, España, de 2015 a 2017. Luego se mantuvo alejado de la vida pública.
Nunca paró de hablar. Su florido repertorio jarocho hacía carcajear a sus interlocutores. En sus visitas como político a las diversas regiones del Estado se pasaba contestando las llamadas de tres celulares, dando instrucciones. Caminaba de un lado para otro, era experto en el manoteo y no aceptó argumentos contra los suyos.
En 2004, aunque la Oposición ya iba ganando adeptos en Veracruz, la influencia de Herrera estaba muy anclada en el Estado.
«¿Qué necesitas?, a ver anota el número de este cabrón, no te vamos a dejar solo», decía a quien se le acercara por ayuda.
Siempre buscaba un lechero para platicar. «A ver a ver, con cafecito vamos viendo este asuntito», bromeaba a sus correligionarios.
En su campaña, acusó a Vicente Fox de meter las manos en el proceso.
«Nunca competimos contra el PAN sino con el Presidente Vicente Fox, contra el Gobierno federal, sin embargo, ganamos, pese a los cientos de panistas que trajeron de otros estados para manipular la elección y la visita de funcionarios federales», reprochó en un mitin.
Pero luego pidió que le subieran a su ritmo de campaña: «Fidel Herrera, za za za, a ganar, yacuzá». Sólo ese meneo y la llamada «Fidelidad» le dio cientos de votos al jarocho.
Eso, y los refresquitos «Tío Fide», que endulzaron la campaña de Herrera, una idea de Julián García Carrera, de la embotelladora El Jarocho.
Herrera era selecto a la hora de las asesorías. Consideró muy cercanos a quienes fueron sus colegas en el Senado, Enrique Jackson y Ricardo Aldana. En septiembre de 2004, celebró su triunfo. Un gane que auguró hasta el Brujo Mayor de Catemaco.
«El Presidente (Vicente) Fox ya mordió el polvo en Veracruz», celebró el ex Mandatario.
Luego le tendió la mano al guanajuatense. «Ya no traigo guantes, tengo la mano abierta y lo llamo a trabajar por Veracruz», dijo como virtual Gobernador.
Su mandato estuvo marcado por fuertes señalamientos, entre ellos, dar facilidades al grupo criminal de Los Zetas para operar en la entidad.
En julio de 2017, el Secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Jaime Téllez Marié, afirmó que este tema se encuentra en un expediente en la Corte de Austin, Texas, donde un testigo protegido reconoció que se le otorgaron 12 millones de dólares en 2004 a cambio de permitir que bandas del narcotráfico operaran desde la entidad.
Fue incluido en la lista de las «10 personas más corruptas en México» por la revista Forbes en 2013.
Pero Fidel brincó y dijo que se había sacado la lotería.
En 2008, como Gobernador de Veracruz, Herrera abrió ese año con un golpe de suerte al llevarse 25 millones de pesos del premio mayor de la Lotería Nacional, y tras repartir la mitad de la serie el día de la compra, obtuvo 12.5 millones de pesos.
El 31 de diciembre de 2007, el Mandatario estatal se reunió con políticos y empresarios en los tradicionales portales del Puerto de Veracruz, a donde llegó un vendedor de billetes de lotería, a quien le compró una serie, como es su costumbre.
El número elegido fue el 05676, y de los 20 cachitos el Gobernador repartió 10 entre ocho personas. Los afortunados fueron los empresarios Felipe Ruiz, Valentín Abelardo, y su hermano Manolo Abelardo, con quienes compartió mesa en el Café La Parroquia, tras la asunción del nuevo Alcalde de Veracruz, Jon Rementería.
También le tocó a la señora que le vendió los boletos, al que bolea los zapatos, a una mujer que vende pistaches, a una persona conocida como «La Güera», representante del Barrio La Pochota, y otro hombre, representante del Barrio de La Guaca.
En 2009, informó que ganó otra vez un premio de la Lotería, pero ya no contó cuánto le tocó.
«Siempre he tenido suerte desde chamaco», presumió en esa ocasión.
Herrera heredó la gubernatura de Veracruz a Javier Duarte, célebre por ser identificado como el «carga maletas» del «Tío Fide».
El 22 de marzo de 2018, Herrera Beltrán sufrió un derrame cerebral que le provocó afectaciones en su sistema motriz y en 2020 fue hospitalizado.
En las últimas apariciones públicas no se entendía su hablar. Aunque casi siempre, lo que dijo fue polémico.
«Con profundo dolor lamento el fallecimiento del Gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien fue mi director de tesis en mi licenciatura, mi testigo en mi boda, el padrino de bautizo de mi primer hijo, mi jefe, mi maestro y mi amigo.
«Hombre de una inteligencia y habilidad excepcional reconocida por propios y extraños, aparte de haber sido uno de los mejores Gobernadores que Veracruz ha tenido en toda su historia», posteó Javier Duarte, quien ya no pudo retener las riendas de Veracruz para el PRI, tras un sexenio cuestionado del que salió acusado de desvío de recursos.
Ahí se acabó la buena suerte para Fidel. Ya no se le vio en Veracruz.