El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierte a madres y padres de familia sobre las consecuencias que pueden generar a nivel físico y mental el uso de teléfonos celulares y dispositivos móviles en los menores de edad.
La doctora Angélica Balderas Jácome, recomendó que los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con dispositivos portátiles (teléfonos celulares, laptops, tabletas, juegos electrónicos, etcétera), mientras que, en los niños de 3 a 5 años, el uso de estos dispositivos debe limitarse a 1 hora al día como máximo y, en el caso de los niños de 6 a 18 años a 2 horas por día.
Explicó que, una de las razones por las que no es recomendable es por la luz que emiten estos dispositivos y que aumenta el riesgo de desarrollar miopía en menores de 5 años, incluso daño severo a la retina, debido a que al focalizar mucho la visión central en los dispositivos eléctricos se favorece la visión tubular que produce estrés, sequedad y fatiga visual.
Refirió que el uso excesivo de estos equipos electrónicos también puede afectar el desarrollo cognitivo de los niños, ya que dificulta su capacidad de atención y concentración, retraso en el desarrollo del lenguaje, alteración de la integración sensorial, dificultades de aprendizaje y rendimiento académico, problemas de conducta, trastornos de sueño, problemas de depresión infantil y ansiedad, entre otros.
En ese sentido, la especialista del Seguro Social subrayó la importancia de evitar o bien, moderar el uso de dichos dispositivos y en su lugar, realizar actividades al aire libre, juegos didácticos, juegos de mesa o algún deporte, lo que además de ayudarlos a mantenerse saludables, también ayuda a que aprendan a socializar y desenvolverse en diferentes ambientes.
La doctora Balderas Jácome mencionó que, en caso de que un menor llegue a presentar dolor de cabeza constante, resequedad en ojos, lagrimeo, dolor en dedos, manos y rodillas, dificultad para comunicarse o para concentrarse, y recomendó acudir a su Unidad de Medicina Familiar de adscripción para recibir un diagnóstico médico.