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UNO MENOS

Salvador Farfán Infante

Una de las virtudes indispensables que adoptan todos los triunfadores o aquellos que están en camino de serlo es la práctica consistente y efectiva de la disciplina. La disciplina es la capacidad de trabajar de forma sistemática, persistente y progresiva hacia una meta específica, superando las dificultades y obstáculos que se presentan con una determinación inquebrantable.

Es la habilidad de alinear nuestra visión más profunda con un método tangible de acción que nos ayude a conseguir nuestro propósito y objetivo últimos.

1. Elaboran propósitos claros, definidos y específicos.

Las personas altamente disciplinadas saben con absoluta precisión y certeza cuál es su propósito y objetivo últimos, así como sus fortalezas y debilidades para alcanzarlo con eficacia. Un propósito bien cimentado supone la base, desde la cual, la disciplina puede asentarse y cobrar forma. Sin un propósito definido resulta imposible enfocarse en un método efectivo que se coordine con disciplina.

2. Modelan comportamientos y conductas exitosas.

Las personas altamente disciplinadas desarrollan el magnífico hábito de modelar comportamientos y actitudes, de aquellos que han tenido un éxito sostenido y continuado, en el área de desarrollo que desean mejorar e implementar. Reúnen la documentación necesaria: libros, conferencias, cartas, biografías y artículos que desgranan ampliamente la manera de pensar y actuar del mentor que desean imitar. El proceso de modelado es clave para el éxito.

3. Utilizan la imaginación de manera creativa y dinámica.

Diversos estudios de neuropsicología avalan el tremendo poder que posee la imaginación como recurso para engendrar una visión poderosa, motivante y positiva acerca de lo que se quiere conseguir. No hay una diferencia emocional en torno a lo que suscitan una experiencia real o imaginada, por tanto, las personas disciplinadas utilizan la imaginación para crear imágenes sensoriales (auditivas, gustativas, olfativas, cenestésicas y visuales) ricas de detalles en las que se perciben y aprecian con su propósito ya conseguido. Estas imágenes constituyen poderosas anclas que instan a las personas a cumplir con mayor motivación su plan de acción definido.

Fuente: Blog Nora Volkow. (NIDA)

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