Érika Hernández y Nadia Rosales
Agencia Reforma
Ciudad de México 31 marzo 2025.- Son campañas de aspirantes a cargos judiciales, en su mayoría sin experiencia en el discurso político, pero como es costumbre, prometer no empobrece.
Desde el domingo pasado, candidatos a la Corte, a jueces y magistrados de circuito, así como otros miles que quieren estar en el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial (TSD), la Sala Superior del Tribunal Electoral federal y sus salas regionales, han lanzado promesas con peculiares videos, en boletines o caminando por plazas públicas y calles de México.
Prometen una justicia accesible para los más pobres, expedita, sacar a inocentes de las cárceles, imparcialidad, fortalecer la democracia, austeridad, combatir la violencia contra las mujeres e incluso terminar con el «dedazo».
Muchos de los contendientes buscan identificarse con el Gobierno, incluso con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que las frases que buscan posicionar son «transformar al Poder Judicial», «una autoridad cercana al pueblo» y «Primero los pobres».
La mayoría arrancó su campaña de 60 días a través de videos en redes sociales, que, ante las restricciones, es la cancha en la que podrán promoverse.
Quienes son afines a Morena, recurrieron a organizaciones que respaldan a ese partido. Como sucedió con las ministras Lenia Batres, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel.
Otros que buscaron presumir cercanía con la gente, recurrieron a mercados, plazas públicas o sostuvieron encuentros con indígenas.
Unos más comenzaron su campaña en sus ciudades de origen o en sus casas paternas.
Los candidatos se presumieron como personajes que, desde su trinchera, han servido a la gente y puesto su granito de arena para mejorar la justicia en México.
De aspirantes a jueces que son ligados con narcotraficantes, tienen escándalos legales o son ministros de culto, ni siquiera hubo registro de alguna actividad para arrancar campaña.
Perfiles que son ligados a la oposición se esmeraron por dejar claro que no tienen padrinos.
«No tengo colores ni partidos, he sido imparcial e incluyente, trabajé en cinco sexenios, aspiro ser ministra de la Corte porque estoy convencida de que la justicia debe ejercerse con imparcialidad, honestidad y de cara a la gente», señaló Maricela Morales, ex Procuradora General de la República.
«Soy la voz de quienes no han tenido voz durante 28 años», dijo en un video Paula García Villegas, aspirante a la Corte e hija de la diputada morenista Olga Sánchez Cordero.
Silvia Escudero, quien también busca ser ministra, grabó su mensaje afuera del penal de Santa Marta Acatitla, donde platicó con familiares de presos, y a quienes les pidió escribir sus datos en una libreta.
La campaña también arrancó de manera desigual, pues algunos tienen casi 100 mil seguidores en sus cuentas de redes sociales, y otros apenas una veintena.
Otros más se valieron de su ingenio para posicionarse. Como Arístides Guerrero, a quien en redes apodan «el candidato chicharrón», y Dora Martínez, «Dora la Transformadora».
Guerrero, profesor de la UNAM, es candidato a ministro de la Corte y decidió comparar su formación académica con un chicharrón, «por estar bien preparado», y Martínez, quien también aspira al máximo tribunal, usó un juego de palabras ligado a una caricatura infantil.
«Hoy derribo el muro para que la justicia llegue donde siempre debió estar, cerquita de ti. Soy Dora Martínez Valero, candidata a ministra de la Suprema Corte, y vengo a transformar la justicia. ¡Soy Dora la Transformadora!», anuncia.
En la carrera por la Corte, Mónica Güicho eligió valerse de propuestas con un discurso similar al del Gobierno y su partido: justicia para los grupos prioritarios y más necesitados y «adiós a la corrupción».
Mientras que la chihuahuense Lourdes Ríos, que busca ser jueza penal, recibió halagos por su apariencia física, la buscadora Delia Quiroa ocupó el Hospital Pediátrico de Sinaloa para arrancar su campaña, pidiendo al Gobernador Rubén Rocha y a los jueces de Distrito, que intervengan para acelerar los procesos de atención médica.
«La señora está bien preocupada por su niño y no se lo pasan. No hay consultorios de (Farmacias) Similares que atiendan, por la violencia que hay están solas las farmacias.
«Necesitamos que los jueces de Distrito nos atiendan e interpongan amparos, para que se les pueda dar la atención inmediata y urgente», demandó.