¿LA RECUERDAS AHORA QUE ANDAS
EN CAMPAÑA?
Por Edgar Hernández*
A la vuelta de casi cinco
años, con una inversión que supera los 20 mil millones de dólares, cuatro
intentos de inauguración presidencial de una refinería, “Dos Bocas”, que solo
arroja agua y la promesa incumplida de que regresaríamos a las gasolinas de 10
pesos, la zacatecana apela al olvido histórico.
De eso no habla en campaña
¿Cómo para qué?
Ella quiere ser gobernadora de
Veracruz. Sueña con el presupuesto de 250 mil millones anuales de los que
dispondría para gobernar Zacatecas -Up´s, ¡Perdón! Veracruz- desde su mansión
de Boca del Río de 36 millones, rentada desde luego, según ella.
¿Para qué acordarse entonces
de Dos Bocas, por favor?
Es solo amargarse y amargarla;
es regresar a grillas innecesarias; es politiquería, “son chismes” diría la
propia Rocío Nahle.
Por ello bien dice la sorna
popular que México no está frente al fracaso de los tres grandes proyectos de
la 4T -AIFA, el Tren Maya y Dos Bocas- sino ante un saqueo exitoso.
“Dos Bocas” no solo es una
obra inservible que arrastra un costo de 240 mil millones de pesos sin arrojar
un litro de gasolina, sino que además tiene perdidos 2 mil 600 millones de
pesos.
De acuerdo a estimaciones presentadas
por el entonces diputado federal Pepe Yunes, hoy candidato al gobierno, ello
cual equivale al “30 por ciento del gasto federal que se quedó sin aclarar”.
En realidad, Dos Bocas
responde a ese estilo Peje tan peculiar donde todo se hizo al madrazo. En donde
todo fue improvisación, una forma de gobernar, sin talento, capacidad alguna y
en la cual la improvisación fue el requisito.
Es hacer realidad la premisa
de “90% lealtad y 10% capacidad”.
¿Qué no salió como se
esperaba? ¡Qué importa! a lo que sigue, aunque en el camino se distraiga el
dinero público, se produzcan en abierto transas y se ejecuten obras sin licitar
para los amigos de Andy, el hijo del Peje, o se registren enormes baches como
el expuesto en la Cámara de Diputados luego de la revisión de la cuenta pública
que dejó un grave déficit, que puso en bancarrota al país.
Para el olvido quedó esa
Cuenta Pública 2021 revisada y atajada en el 2022 gracias al mayoriteo moreno,
en donde se dejó testimonio de que “quedaron sin aclarar 61 mil millones de
pesos invertidos en obras insignia del gobierno federal”.
Y eso no solo fue la denuncia
de los diputados opositores, son el resultado de las observaciones que ha
venido haciendo, año con año, la Auditoría Superior de la Federación.
Pepe Yunes dejó claro en
tribuna que “si bien la mayoría de esos recursos deriva del ejercicio del gasto
federalizado, es decir, del gasto de los estados, cerca de 10 mil millones de
pesos son del ejercicio del gobierno federal”.
El 30% de ese gasto federal
son observaciones a la Refinería de Dos Bocas, “lo que equivale a 2 mil 600
millones de pesos”, denunció en su momento ante el reclamo e insultos de la
diputación Morena.
En la sumatoria del primer
trienio del presidente López Obrador, “estamos hablando de que hay un monto de
observaciones por 228 mil millones de pesos lo cual es grave”, expuso el hoy
aspirante a la gubernatura de Veracruz.
Dos Bocas.
Acaso Morena busca quede en el
olvido intencional uno de los tres proyectos más importante del régimen, sin
embargo, la gente no olvida; los veracruzanos menos.
Hoy la pregunta obligada es:
Si de los 140 mil millones de
pesos, cálculo inicial para hacer realidad “Dos Bocas” se disparó a 240 mil
millones de pesos -o 20 mil millones de dólares- dejando enormes manchones de
duda y una obra a la que habrán de inyectarse otros 6 mil millones de pesos
para hacerla realidad ¿Qué va a pasar si por desgracia Nahle nos gobierne?
¿Quién nos garantiza que no se va a carrancear nuestro dinero?
¡Dios nos libre de la
Maléfica!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
@LineaCalienteEd