Adrián Basilio
Agencia Reforma
Ciudad de México 27 abril 2025.- Estar En Forma no debe ser una opción sino una consigna en la vida de toda persona para mantener la salud física y mental, sobre todo ante el dinamismo de las grandes ciudades donde el estrés y las tensiones, mismas que impactan en el sistema inmune, están a la orden del día.
Especialistas en medicina deportiva, ortopedia, nutrición, cardiología, dermatología, psicología del deporte, y otras áreas médicas, coinciden en que la actividad física regular tiene incidencia en el bienestar del organismo de una manera integral.
«La actividad física regular no es sólo una herramienta para mantener un peso saludable; es una inversión vital que reporta innumerables beneficios para nuestra salud física y mental», asevera el doctor Carlos Suárez Ahedo, ortopedista especialista en cirugía de cadera.
Una rutina de ejercicios va más allá de estar determinado tiempo en el gym o club, o correr o nadar cierta cantidad de minutos o kilómetros, incluye el calentamiento-estiramiento, la alimentación, hidratación, la higiene, el descanso y el sueño, entre otros factores que permiten la asimilación de la actividad física y por supuesto ver los efectos de ella en el organismo.
El doctor Suárez Ahedo enlista a continuación algunos de los beneficios físicos y emocionales del ejercicio, los cuales están comprobados al apegarse a lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga como actividad física, es decir cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exige un gasto de energía, y que va desde actividades cotidianas como caminar, bailar o realizar tareas domésticas hasta deportes y ejercicios programados
FÍSICOS
– Prevención de enfermedades crónicas.- La actividad física regular reduce significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles entre las cuales aparecen las cardiovasculares (hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular), la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer (mama, colon), y la obesidad.
– Control del peso corporal.- Ayuda a quemar calorías, mantener un equilibrio energético y controlar el peso, previniendo el sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo para numerosas enfermedades.
– Fortalecimiento del sistema musculoesquelético.- Los músculos se tonifican, aumenta la densidad ósea, se mejora la flexibilidad y la coordinación haciendo actividad física, con lo que se reduce el riesgo de caídas, fracturas y osteoporosis
– Mejora de la salud cardiovascular.- El ejercicio regular fortalece el corazón, mejora la circulación sanguínea, reduce los niveles de colesterol LDL («malo») y aumenta el colesterol HDL («bueno»), disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardíacas.
– Regulación de la glucemia.- Aumenta la sensibilidad a la insulina y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, lo que es fundamental para prevenir y controlar la diabetes tipo 2.
EMOCIONALES
– Reduce el estrés y la ansiedad.- El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que tienen efectos analgésicos y generan sensación de bienestar, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y los síntomas de la depresión.
– Incide en el estado de ánimo y la autoestima.- La actividad física regular se asocia con un mejor estado de ánimo, un aumento de la autoestima y una mayor sensación de bienestar general.
– Mejora de la calidad del sueño.- Puede ayudar a conciliar el sueño más fácilmente y a mejorar su calidad y duración.
– Beneficios cognitivos.- La actividad física se ha relacionado con mejoras en la función cognitiva, incluyendo la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje.