Nadia Rosales
Agencia Reforma
Ciudad de México 27 marzo 2025.- Unas horas antes de votar en el pleno de San Lázaro el proceso de desafuero en contra de Cuauhtémoc Blanco, la bancada de Morena fue citada el pasado martes para revisar el dictamen y asumir una postura común.
Lo que parecía ser un tema fácil de digerir se extendió por cerca de dos horas y terminó por fracturar a los morenistas.
Ese martes por la mañana, algunos legisladores reprocharon al coordinador, Ricardo Monreal, que los hubiese citado unos minutos antes de votar.
El presidente de la Sección Instructora, Hugo Éric Flores, fue el primero en hablar para exponer el dictamen, donde se declaró improcedente la solicitud de desafuero contra el ex Gobernador de Morelos por deficiencias en la carpeta de investigación que presentó la Fiscalía estatal.
Fue el presidente de la Cámara baja, Sergio Gutiérrez Luna, quien enfatizó la razón del desechamiento.
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, Cuauhtémoc Blanco, se defendió y negó ante sus compañeros haber intentado violar a su media hermana, Nidia Fabiola.
«Estoy aquí y siempre voy a dar la cara, siempre me voy a defender, pero crean que soy incapaz de violar a una mujer, tengo principios, tengo educación. Esa educación me la dio mi madre», argumentó.
En la ronda de posicionamientos, Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la bancada y uno de los legisladores más cercanos a la Presidenta Claudia Sheinbaum, recordó a sus compañeros la iniciativa que presentó para eliminar el fuero, y aunque pidió su apoyo, muchas voces no estuvieron de acuerdo.
Olga Sánchez Cordero explicó que la inmunidad parlamentaria no protege a los legisladores de los delitos que llegaran a cometer, sino de expresar sus ideas sin persecución, y consideró que Blanco debe ser procesado conforme a derecho, sin importar el fuero.
«La inmunidad tiene que ver con el respeto a las opiniones, pero no nos exime de enfrentar delitos», señaló la ministra en retiro.
La discusión provocó la división de la bancada. Julia Olguín y Felicita Pompa aprovecharon su espacio para acusar a la vicecoordinadora, Gabriela Jiménez, de usar un tema de género para promover su carrera política, aunque ella se ausentó de la reunión y días antes de la discusión adelantó su voto en contra.
Ella, junto con María Teresa Ealy, analizaban su salida de la bancada para sumarse a las filas de su aliado, el Partido del Trabajo, de acuerdo con fuentes de San Lázaro.
Olguín y Pompa integraron un bloque para defender a Blanco, junto con Sandra Anaya, secretaria de Administración durante el Gobierno de Blanco en Morelos; Damaris Silva y Petra Romero. «¡No estás solo!», lanzaron en el auditorio «Aurora Jiménez» y luego en el pleno de San Lázaro.
Anaya arropó al ex futbolista, y acusó a su media hermana de extorsionarlo; además, se dijo víctima de persecución del ex Fiscal, Uriel Carmona, y pidió no creerle.
Las disonancias entre Silva y María Teresa Ealy estallaron en las butacas, después de que la diputada integrante de la Comisión de Asuntos Migratorios sacó a Ealy de un chat de WhatsApp y pidió velar por la presunción de inocencia.
Ealy y Magda Salgado hablaron en contra. La primera argumentó que en la nueva figura de protección no hay «presuntos», sino víctimas, y pidió a Blanco enfrentar la justicia.
La diputada morelense acusó a Blanco de haberla amenazado cuando fue presidente municipal de Cuernavaca y Gobernador. También pidió subir a tribuna, moción que le fue negada.
Xóchitl Zagal pidió a Blanco solicitar licencia para evitar que los legisladores de Morena cargaran con ese peso.
Monreal y Gutiérrez Luna describieron el acuerdo: Cuauhtémoc Blanco se presentaría ante la Fiscalía de Morelos si la bancada acompañaba el dictamen. Entonces dieron paso a la votación.
Los diputados avalaron un acuerdo para que su compañero se presentara a declarar y también apoyaron la decisión de la Sección Instructora, aunque esto último no fue compartido por Magda Salgado, quien votó en contra.
En el pleno se rompió el acuerdo se rompió y Sánchez Cordero, Ealy, Zagal y Salgado formaron parte de las 23 diputadas y dos diputados que votaron en contra de desechar el caso.