Daniel Santiago Cruz
Agencia Reforma
Monterrey, NL 30 enero 2025.- En un futuro no lejano, los equipos laborales estarán integrados por personas y agentes no humanos de inteligencia artificial (IA). ¿Qué están haciendo las escuelas para preparar a sus estudiantes frente a este reto?
«La gran mayoría de las conversaciones que escucho sobre IA en la educación es de cómo utilizarla para aumentar la eficiencia de los educadores», indicó ayer Richard Culatta, quien dirige la International Society for Technology in Education.
«¿Cómo hacemos para que una evaluación sea más rápida? ¿Cómo utilizamos la IA para generar contenido? Se trata, en gran medida, de hacer más eficiente el papel del educador. Y eso está bien».
Sin embargo, hay una conversación, más de índole humano que tecnológica, que las escuelas deben abrir: cómo preparar a los alumnos para un mundo de IA cuando se gradúen, cuestionó Culatta en su conferencia magistral «Beyond Barriers: Unleashing Innovation in Education», en el IFE Conference, en el Tec de Monterrey.
«Hay muchas cosas que no sabemos sobre el futuro, pero puedo garantizarles que cada estudiante que se gradúe irá a un mundo en el que trabajarán en equipos donde no todos los miembros serán humanos», dijo al público en la Arena Borregos.
Culatta, ex director de la Oficina de Tecnología Educativa del Departamento de Educación de Estados Unidos en las administraciones de Barack Obama, es autor del libro Digital for Good: Raising Kids to Thrive in an Online World (Harvard Business Publishing).
Una de las habilidades a trabajar en las escuelas parece sencilla: enseñar a plantear buenas preguntas, afirmó. Esto se vuelve complejo si se toma en cuenta que el sistema educativo está diseñado para dar más valor a las respuestas.
«El valor de las respuestas está disminuyendo drásticamente con la creación de la IA, y el valor de las preguntas está aumentando. Necesitamos saber cómo hacer buenas preguntas, cómo interrogar, cómo rechazar una respuesta que recibimos y que no es del todo correcta».
Finalmente, habrá que redoblar esfuerzos para descubrir y enseñar las habilidades que solo tienen los humanos.
«Durante cientos de miles de años, cuando se trata de niveles superiores de pensamiento, éramos la única opción disponible. Si había que tomar una decisión, los humanos debían hacerlo porque eso es todo lo que teníamos.
«Ahora tenemos un mundo donde la IA puede tomar, en muchos casos, decisiones mucho mejores que los humanos. Entonces, ¿cuál es el valor de ser humano en el mundo de la IA?, ¿qué valor aportamos?».
Tal vez sea empatía, creatividad o discernimiento, planteó.
«Necesitamos tener claro qué haremos como humanos y qué queremos que haga la IA», concluyó, «y ésa es una de las cosas que debemos asegurarnos de enseñar en las escuelas».
El IFE Conference termina hoy tras tres días de conferencias, talleres y actividades sobre el futuro de la educación.