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Uriel Flores Aguayo

La inmensa mayoría de xalapeños no son miembros de partidos políticos. Los menos están afiliados a alguno y muy pocos militan realmente en ellos. Son colores y siglas básicamente. No tenemos tradición partidista. La falta de partidos con vida orgánica y elaboración teórica limita sus contribuciones al diagnóstico, políticas y programas municipales. Aportan muy poco en visión y soluciones de fondo. Es el gran pendiente de los partidos y Xalapa.

Están en curso una especie de previas precampañas de aspirantes a Alcaldes de Morena, se espera algo similar en otros partidos. No discuto la obviedad de que la ley es omitida y se actúa con ventaja. Me centraré en las escasas ideas y propuestas que están circulando. Aunque lo que domina el escenario son los colores y los nombres. Puede ser que sea así por el carácter inicial de sus proyectos políticos. Veamos: lo que se ve son las frases típicas y generales. Igualmente hay una especie de refugio en consignas de la propaganda oficial. Dicen amar a Xalapa, tener experiencia y apuntan en forma genérica los problemas del transporte y el agua. Les falta mucho.

Tendrán que hablar de los problemas de fondo de nuestro municipio, de los que nadie se ha ocupado. Podrían hacerlo de una vez; prefieren esperar a las campañas en si, es lo que se supone.

 La ciudadanía, sus voces informadas y críticas deben ir señalando los grandes asuntos que requieren soluciones profundas en Xalapa. Tenemos la gravísima escasez de agua, los severos problemas de movilidad y una cada vez mayor violencia.

Son problemas serios que no han merecido atención profesional y comprometida de las autoridades municipales. La falta de agua cada vez es más grave y, hasta ahora, no se sabe de planes para resolverlo. Cada año es peor la crisis del agua.

El transporte público es caótico y precario, no apto de una ciudad y menos de la capital de Veracruz. Su desorden y abandono afecta todos los días a miles y miles de personas sin que las autoridades correspondientes muevan un dedo. Aquí el Ayuntamiento debe ser gestor y hacer valer su autonomía.

En seguridad las cosas van mal con policías poco profesionales y cuya prioridad ha sido el asalto a la ciudadanía; esto a pesar de que se cuenta con policía municipal. En términos de la competencia municipal y las capacidades del Ayuntamiento esos son tres de los principales problemas de Xalapa. Hay más, pero sin la solución de los vitales, no inciden colectivamente los otros.

Xalapa necesita un gobierno honesto, abierto y trabajador. Sus electores son singulares, ponen razones para votar. Esa es una cualidad, no se debe intentar minimizarse. No admite aventuras o experimentos; su historia exige, su vida cultural y antecedentes plurales exige más; más nivel de sus gobernantes, más nivel de su Cabildo, más preparación de sus funcionarios, más claridad de rumbo y acento en las prioridades.

Se vote por el partido que sea, mayoritario o no, cada voto es por Xalapa. El partido mayor es Xalapa, los demás son importantes y opcionales, pero nunca serán el todo. Hay que preguntarles a los partidos, en voz de sus aspirantes, cuáles son sus propuestas, qué ideas portan, qué harán de nuevo, cómo enfrentarán nuestras crisis. Son preguntas de respuestas obligadas. No podemos conformarnos con cualquier cosa. Esta elección se trata de subir el nivel del Ayuntamiento para subir el nivel de Xalapa.

Recadito: hagan algo desde ahora con el agua.

Por enportada

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