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Luis Pablo Segundo Julio                         

Agencia Reforma

Ciudad de México, 21 enero 2025.- Con la política energética perfilada por el Presidente Donald Trump, la producción y consumo de combustibles fósiles serán una prioridad para Estados Unidos, por lo que México debe aprovechar el acceso a éstos, aunque también implicará riesgos para la meta de autosuficiencia debido a la competencia en costos y precios, así como para la transición energética, consideraron analistas.

 «Viene una época de uso de sobre todo de gas, de construcción en infraestructura, de volver hacer negocios con Canadá para la construcción de ductos gigantes. Se verá un boom en Texas, Nuevo México y hasta Carolina del Sur», anticipó en entrevista Jesús Carrillo, director de Economía del el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), a la espera de más detalles sobre los planes de Trump.

 Ante este panorama, Carrillo planteó que el País podría aprovechar esta infraestructura que se conecta entre ambas naciones.

 «Para México viene una oportunidad de tener infraestructura para aprovechar el gas natural más barato del mundo por más tiempo, y buscar opciones para importar tecnología y empezar a producir más gas natural», estimó.

 No obstante, puntualizó que los costos de producción en las refinerías en Estados Unidos pueden impactar a los propios de México en un futuro, afectando al sistema de refinación nacional.

 «Es un sistema (el mexicano) que produce muy caro; esto significa que tiene costos de oportunidad cada vez más elevados. La idea de producir nuestra propia gasolina teniendo una gasolina ‘potencialmente barata’ siempre tiene sus maneras de verse en costos y eficiencias», dijo.

 Por otra parte, destacó que la política energética de Trump impactará a los esfuerzos de transición energética en Estados Unidos y más allá de sus fronteras.

 «Es un reverso de eje. Se había avanzando en muchos temas, por ejemplo, en materia de granjas eólicas. Se van a recortar todos esos proyectos de transición energética», comentó el especialista.

 «Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás; la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo», mencionó Trump.

 «Vamos a perforar, a perforar», subrayó en su discurso inaugural.

Felipe Mendoza, analista de mercados financieros en ATFX, añadió que, con la insistencia de Trump de regresar la producción de autos a Estados Unidos, está buscando hacer resurgir a las grandes empresas estadounidenses en su valor y cotización en la bolsa.

 «Quiere controlar el mercado energético para poder ayudar a empresas tradicionales nuevamente a resurgir en su valor y en su cotización en bolsa. La idea de mantener controlado el consumo y la producción de autos eléctricos en Estados Unidos también lleva tintes de entender cómo quiere estar alineado con el mercado energético, especialmente con el sector petrolero, ya que sabemos claramente que la producción de autos eléctricos pone en vilo un poco el consumo de gasolina, de combustibles fósiles y le generó ciertos inconvenientes a las empresas tradicionales de Estados Unidos, como General Motors, Shell, Exxon, entre otras», dijo Mendoza.

 «Elon Musk ha sido uno de los grandes exponentes importantes en la campaña de Donald Trump y seguramente va a tener algún beneficio por haber estado en ese apoyo a la campaña», acotó.

 Al asumir la presidencia de Estados Unidos nuevamente, Trump reveló que declarará una emergencia energética nacional a fin de impulsar la producción de petróleo y gas en su país, para así reducir los costos para los consumidores.

Por enportada

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