Pedro Peñaloza
Del Norte al Sur, al Este y Oeste, el hombre serrucha,
con delirante entusiasmo, la rama donde está sentado.
Eduardo Galeano
En una competencia de frases chauvinistas se presentó el “Plan México”. Asistieron los hombres más ricos del país. La presidenta mostró entusiasmo al anunciar que tienen “compromisos de inversión por 227 mil millones dólares”.
En exaltación evidente la inquilina de Palacio declaró que el plan hará que “México se meta al top 10 de las mayores economías del planeta”. Y no sólo eso, ya en la cúspide de la euforia, la ex activista lanzó el compromiso de que, “nuestro objetivo es disminuir la pobreza […] México tiene un plan y está unido hacia adelante”.
Todo sea para motivar y cautivar a los dueños del dinero. El primero en levantar la mano y afilar los colmillos fue el sector bancario que, a través de Julio Carranza, presidente de la Asociación de Bancos de México, declaró que “el gremio cuenta con más de 1.3 billones de pesos listos para prestar y participar en dichos proyectos” (Milenio, 14/enero/ 24, p.5). La caja registradora está lista.
En contraste, la Dirección de Estudios Económicos de Banamex expresó que, “el Plan México no atiende los problemas estructurales del país. El Plan implicaría un mayor déficit público, tanto por la renuncia a ingresos (por los incentivos fiscales), como por los mayores gastos, por ejemplo, para la construcción de infraestructura”. (Reforma, 14/enero/2024, p. 7).
El multicitado plan tiene olor nacionalista y contenido del añejo paradigma de la sustitución de importaciones, que fue la ruta y basamento de la teoría de la dependencia y del anhelo del salto desarrollista, que plantearon André Gunder Frank, Dos Santos, Marini, Quijano, entre otros. Eran otros tiempos del desarrollo capitalista.
El gobierno claudista quiere disminuir el comercio con la competencia asiática y depender cada vez más de Estados Unidos, pero parece olvidar que en unos días se instalará en la Casa Blanca el principal proteccionista del mundo. En un primer manotazo el republicano “puede imponer aranceles que provocarían un costo de 640 mil millones de dólares en las importaciones de los 10 principales países que venden a Estados Unidos, entre ellos México”, nos informa Boston Consulting Group (Reforma Negocios, 4/enero/2024). Es más, ya se anunció una Secretaría en EU para ese propósito.
Sheinbaum está apostando por una relación más cercana con los vecinos del norte, mientras ellos trazan un camino de expansión geopolítica y fronteras cerradas. Creer que se puede dialogar y razonar con un fundamentalista es una necedad mayor. Esto llevará al país a arenas movedizas con el desquiciado del norte.
@pedro_penaloz