Línea Caliente
Por Edgar Hernández*
Bien se dice que quien olvida la historia corre el riesgo de repetirla.
Tanto que se presumió “Dos Bocas” como la alternativa para lograr la autosuficiencia energética con una producción de 280 mil barriles de refinados diarios para lograr así bajar el precio de las gasolinas a 10 pesos a fin de no importarla más, para que este cuento terminara en un chorrito.
En un parto de los montes.
“Dos Bocas” opera apenas a 9% de su capacidad, según revela la paraestatal Pemex quien confía en que será hasta el 2027 cuando funcione digamos “normalmente”.
Para ello, sin embargo, se requieren nuevas inyecciones presupuestales adicionales a los 168 mil millones de pesos ya invertidos más del doble de lo originalmente estimado.
A todo ello la pregunta obligada es ¿A quién culpar?
Más temprano que tarde saldría a la luz pública lo que ya se presumía de que la denominada refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco estaba quebrada.
Hoy está confirmado que opera a sólo 9.4% de su capacidad instalada, con múltiples intermitencias y fallas reconocidas por Pemex.
Datos oficiales entregados por la empresa en México y Estados Unidos, el proyecto, inaugurado en 2024, ha enfrentado complicaciones para mantener un funcionamiento regular y cumplir con las metas previstas.
La revelación que esta mañana dio la vuelta al país da cuenta que entre junio y noviembre de 2024, la refinería produjo en promedio 26,259 barriles diarios de petrolíferos (gasolina y diésel), una cifra muy por debajo de su capacidad diseñada para procesar 280,000 barriles diarios.
Este nivel de operación es incluso menor al volumen que Pemex exporta diariamente a Cuba.
En cuanto a su desempeño mensual, agosto de 2024 fue su punto más alto, alcanzando el 17% de capacidad operativa; sin embargo, en noviembre cayó al 5%, y en octubre no recibió un solo barril de crudo para procesar.
¿Dónde andan él y los responsables?
Ya mismo la nueva administración admite que Dos Bocas enfrenta problemas técnicos.
Un informe presentado a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) señala que en septiembre de 2024 la planta tuvo que detenerse debido a un incidente eléctrico menor que requirió un “bypass eléctrico”.
Promesas incumplidas
En junio del año anterior, durante un evento encabezado por López Obrador y la actual presidenta Claudia Sheinbaum, el entonces director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, afirmó que para agosto del mismo año la refinería operaría a su capacidad total.
“Se tiene previsto que a partir del 21 de agosto se procesen 340 mil barriles diarios con una producción equivalente a 175 mil barriles de gasolinas y 130 mil barriles de diésel”, dijo Romero Oropeza en esa ocasión.
Sin embargo, expertos como Ramsés Pech, analista del sector energético, advierten que la refinería podría alcanzar su plena operación hasta 2027, lo que podría incrementar los costos del proyecto, cuya inversión ya asciende a 20,168 millones de dólares, más del doble de los 8,000 millones de dólares inicialmente presupuestados.
El diseño y ejecución del proyecto han sido objeto de críticas desde su inicio. En 2019, ninguna empresa privada aceptó construir la refinería bajo los términos establecidos por el gobierno, lo que llevó a que el proyecto fuera apartado de los procesos de licitación y transparencia.
Para Edmundo Gamas, director del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura (Imexdi), los problemas actuales reflejan fallas estructurales en la planeación y ejecución:
“Es un proyecto absurdo que se planeó con una plataforma de producción de 2.6 millones de barriles diarios de extracción, pero ahora la base es de solo 1.8 millones de barriles. Tenemos una refinería sin petróleo suficiente para abastecerla, además del daño ecológico que ha generado”, señaló.
Además, Pemex enfrenta una serie de desafíos adicionales, como la caída en su producción, el robo de combustibles, adeudos con proveedores, y una deuda financiera que supera los 100,000 millones de dólares.
Infinidad de señalamientos más se han hecho sobre esta empresa que estuvo bajo la responsabilidad de la Secretaría de Energía que encabezó el sexenio anterior Rocío Nahle.
La información de ese proyecto, sin embargo, siempre fue sesgada en la misma proporción que la realidad.
Queda, sin embargo, claro que fue descomunal el dinero el invertido -hay quien sostiene que Dos Bocas ha costado lo de cinco refinerías-; es una planta obsoleta en donde el cambio de energías no contaminantes se convirtió en un reclamo mundial.
A la par quedó de manifiesto la ausencia de conocimiento sobre el tema aunada la improvisación que dieron al traste con uno de los tres proyectos de la Cuarta Transformación que dejaron en quiebra a México.
Dos Bocas, el Tren Maya y el chafa aeropuerto AIFA fueron solo sueños de opio.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo